Tras realizar ejercicio, es habitual el consumo de bebidas isotónicas que nos hidratan y reponen las sales minerales que se han perdido durante la actividad. Algunas bebidas energéticas contienen ácido cítrico, un aditivo que fomenta la hipersensibilidad dental e incluso caries.
Todos los ácidos atacan al esmalte y dejan al descubierto la dentina. Además, las bebidas isotónicas más conocidas y más consumidas, tienen un pH realmente bajo, entre 2,82 y 3,41. Son productos mucho más ácidos que un limón. Si realizas deporte con frecuencia, tomar continuamente bebidas con un pH tan bajo deteriora de forma importante los dientes. Normalmente nuestra propia saliva neutraliza la acidez de los zumos, que también son ácidos. Pero en el caso de las bebidas energéticas, esta neutralización no resulta viable, y es cuando comienza el desgaste dental.
Nuestro consejo es que consumas estas bebidas de forma moderada y te cepilles los dientes 30 minutos después de haberlos consumido (no antes, ya que los propios ingredientes de la pasta de dientes pueden acentuar el efecto de los ácidos antes de esos 30 minutos). Durante este tiempo, el esmalte dañado se recuperará gracias a la actuación de la saliva.
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